martes, 1 de octubre de 2013

De esas que lloran más que hablan.

¿La típica chica que ríe más que habla? No. Estoy segura de que no soy de ese tipo. Yo soy más bien 'abstracta', que ni ella misma se aclara, ni siquiera en sus propios gustos. Tarda en elegir cuando es necesario hacerlo. Y prefiero llorar antes que sonreír. ¿Veis? Eso sí, sí que soy de ese tipo de chicas que llora más que habla.

El problema viene cuando empiezas a no saber diferenciar entre llorar de alegría y llorar de tristeza. Cuando no sabes donde acaba el agua de ducha y donde empiezan tus lágrimas. Cuando se me juntan estos dos factores; es cuando me doy cuenta de que simplemente, en vez de ahogarme en un vaso de agua, me ahogo entre lágrimas. 

Pesimista o llorica, todo sus variantes valen para describirme. Vivo rodeada de tristeza, pero no una tristeza que venga de fuera; sino que la tristeza está dentro de mí. Y sí, lloro más que hablo. Y en cada pestañeo entre lágrima y lágrima intento escapar de este mundo pero no puedo. No se puede. Me doy cuenta de que no, no todo es tan fácil como cerrar los ojos y dejarse llevar. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario